Patricia Bullrich fue sometida a un test de alcoholemia cuando manejaba un auto Vollkswagen Fox, en la intersección de la avenida General Paz y Balbín y de acuerdo a lo señalado por las fuentes, superó los 0,5 que es el máximo de alcohol en sangre permitido para conducir, por lo que la policía procedió a secuestrarle el auto.
El ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández, confirmó ante una pregunta en un reportaje radial el hecho y precisó que "fue cerca de la una de la mañana y ella iba con un acompañante".
Fernández añadió que la diputada luego del procedimiento "se fue en taxi" y destacó que "la ley es pareja para todos".
Por su parte, Bullrich dijo en declaraciones radiales que le "hicieron como 15 test hasta que decidieron que había uno positivo y otro negativo y me secuestraron el auto".
Aclaró que "prácticamente no había tomado nada" y anticipó que "va a discutir -la sanción- al fiscal porque si me da un test positivo y otro negativo con la misma máquina, habrá que ver si es un problema mío o del mecanismo".
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